Jordan Love y una nueva identidad en construcción
Contexto: Buenas señales, pero aún con cuentas pendientes
La temporada 2024 fue un paso adelante para los Packers. Con Jordan Love tomando definitivamente el control de la ofensiva, Green Bay cerró con récord de 11-6 y clasificó como comodín. Sin embargo, la derrota ante Philadelphia en la ronda de comodines evidenció que el equipo aún está en proceso de madurez, especialmente en el costado defensivo.
Matt LaFleur se mantiene como head coach en su sexta temporada, acompañado por Adam Stenavich como coordinador ofensivo y Jeff Hafley, quien repite como coordinador defensivo tras un año de ajustes. La continuidad del staff busca darle estabilidad a un proyecto que ya superó su etapa de transición post-Rodgers.
Cambios y refuerzos clave: Nuevas piezas, nuevo enfoque
Con la salida de figuras como Jaire Alexander y Darnell Savage, la defensiva perdió nombres importantes, pero el enfoque en la agencia libre fue apuntalar con jugadores versátiles y atléticos. Las principales contrataciones fueron:
· Nate Hobbs (CB): sólido en cobertura hombre a hombre y con experiencia como titular en la NFL.
· Isaiah Simmons (LB/S): un comodín defensivo que puede alinearse en múltiples posiciones.
· Aaron Banks (OG): refuerzo inmediato para una línea ofensiva que busca mayor consistencia.
En el Draft 2025, los Packers reforzaron la ofensiva con tres piezas clave:
· Matthew Golden (WR): explosivo, con habilidad para ganar yardas tras la recepción.
· Anthony Belton (OT): gran tamaño y proyección como tackle derecho a mediano plazo.
· Savion Williams (WR): receptor físico, ideal para situaciones de zona roja.
Green Bay apostó por profundidad en ataque, especialmente en el cuerpo de receptores, donde ya existía un núcleo joven y prometedor.
Expectativas y análisis: Un equipo con más ritmo que nombres
Ofensiva: La confianza crece con Jordan Love al mando
Jordan Love mostró en 2024 que tiene el temple para comandar esta ofensiva y generó química con sus jóvenes receptores. Este año, su entorno ha mejorado: la línea ofensiva suma a Aaron Banks y Anthony Belton, mientras que las adiciones de Golden y Savion Williams se integran a un grupo que ya incluye a Christian Watson, Romeo Doubs, Jayden Reed y los alas cerradas Luke Musgrave y Tucker Kraft.
El juego terrestre también aporta balance con Josh Jacobs como titular, aunque el equipo espera más eficiencia que la mostrada el año pasado.
Defensiva: Piezas nuevas, dudas renovadas
La defensa es el mayor signo de interrogación. La partida de Alexander dejó un hueco en el perímetro, donde Nate Hobbs asume el rol de esquinero principal. El experimento de utilizar a Isaiah Simmons en distintos roles puede rendir dividendos, pero la química y disciplina serán clave.
El pass rush sigue dependiendo de Rashan Gary, apoyado por Lukas Van Ness, mientras que el interior defensivo lo lideran Kenny Clark y Devonte Wyatt. En el segundo nivel, Quay Walker continúa su evolución como líder del cuerpo de linebackers.
Objetivo 2025: Demostrar que ya no son promesa, sino realidad
El reto para Green Bay no es reinventarse, sino demostrar que su éxito reciente no fue producto del calendario o la sorpresa. Este equipo tiene un mariscal joven en ascenso, un staff consolidado y una ofensiva llena de armas. Pero para trascender en la NFC, deberá:
· Elevar el nivel defensivo sin depender de estrellas.
· Encontrar consistencia en zona roja.
· Dominar sus duelos divisionales.
Si logran dar ese paso, pueden competir de tú a tú con cualquier equipo en la conferencia.
Conclusión: Estabilidad ofensiva, incógnitas defensivas
Green Bay inicia 2025 con altas expectativas. La ofensiva está madura, el cuerpo de receptores es profundo y Jordan Love parece listo para instalarse entre los mejores de su generación. Sin embargo, el éxito o fracaso del año dependerá de una defensa con más preguntas que respuestas.
Escenario optimista: La ofensiva se convierte en una de las más productivas de la liga, la defensa logra ser competente y Green Bay gana la NFC Norte. Récord: 12-5 y clasificación directa a la ronda divisional.
Escenario pesimista: La defensa colapsa ante ofensivas de alto nivel y la ofensiva no puede cargar sola. Récord: 8-9, fuera de playoffs.
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