Todo o nada en la era Rodgers
Contexto: Una base competitiva que pide resultados
La temporada 2024 terminó con récord de 10-7 para los Pittsburgh Steelers, un registro que mantuvo la legendaria racha de Mike Tomlin sin temporadas perdedoras, pero que no fue suficiente para avanzar más allá de la ronda de comodines. Una vez más, el equipo se quedó corto en ofensiva, a pesar de tener una defensa de élite.
Para 2025, Tomlin regresa por su temporada número 19 al frente del equipo. Arthur Smith continúa como coordinador ofensivo, con la tarea urgente de revitalizar un ataque estancado, y Teryl Austin sigue como coordinador defensivo. El núcleo competitivo permanece, pero la presión ha escalado: esta temporada no se trata de competir… se trata de ganar.
Cambios y refuerzos clave para 2025
Pittsburgh fue uno de los equipos más agresivos en el mercado, realizando movimientos contundentes para elevar su techo competitivo:
Draft 2025: En el sorteo colegial, reforzaron sus trincheras y defensa con tres selecciones clave:
o Derrick Harmon, tackle defensivo dominante de gran potencial.
o Kaleb Johnson, Running back que corre bien entre los tackles y tiene buenas manos en el juego de pase.
o Jack Sawyer, linebacker externo versátil que puede aportar desde el primer año.
Agencia libre: La firma bomba fue la llegada del veterano QB Aaron Rodgers, quien buscará cerrar su carrera con una última gran campaña liderando un equipo con cultura ganadora. También firmaron al receptor DK Metcalf, una súper estrella física y explosiva que se convertirá automáticamente en el WR1 del equipo. A la defensiva, sumaron al esquinero Brandin Echols, quien competirá por snaps desde el perímetro.
Intercambio con Miami: En un movimiento sorpresivo, Pittsburgh adquirió al ala cerrada Jonnu Smith y al esquinero estelar Jalen Ramsey, a cambio del safety Minkah Fitzpatrick, marcando una reestructuración profunda en la secundaria.
Expectativas y análisis: ¿Ahora si tiene con qué el ataque?
Ofensiva:
La ofensiva de los Steelers ha sido una deuda pendiente durante años. Ahora, con Aaron Rodgers como mariscal de campo y DK Metcalf como su principal arma, hay razones para ilusionarse. Si bien Rodgers no es el de sus mejores años, su inteligencia y liderazgo pueden ser justo lo que esta ofensiva necesita.
El cuerpo de receptores se completa con nombres como Calvin Austin III y el recién llegado Jonnu Smith, quien aporta una opción segura en trayectorias cortas. En el backfield, la competencia está abierta tras la salida de Najee Harris, lo que podría abrir espacio a un comité encabezado por Jaylen Warren o el novato Kaleb Johnson.
La línea ofensiva, con Broderick Jones como pilar, debe consolidarse y proteger mejor al veterano quarterback. El margen de error con Rodgers detrás del centro será mínimo.
Defensiva: Un nuevo rostro, mismo carácter
Aunque la defensa perdió a Minkah Fitzpatrick, sumó a Jalen Ramsey, quien aporta liderazgo, experiencia y un nivel All-Pro cuando está sano. T.J. Watt sigue siendo la piedra angular del pass rush y candidato constante al DPOY. Lo acompaña Alex Highsmith, formando uno de los dúos más temidos en la liga.
La línea defensiva se renueva con la llegada del novato Derrick Harmon, y en la parte media, el desarrollo de Jack Sawyer será clave. En el perímetro, Joey Porter Jr. y Jalen Ramsey buscarán cubrir el vacío dejado por Fitzpatrick y formar una secundaria dinámica, aunque aún con zonas de incertidumbre.
Objetivo 2025: Ganar, ya no hay excusas
Con Aaron Rodgers como mariscal de campo, la apuesta es clara: Pittsburgh quiere ganar ahora. No hay espacio para experimentos ni proyectos a largo plazo. La defensa está lista, el cuerpo de receptores tiene potencial y el staff se mantiene intacto.
El reto es conjugar experiencia y juventud, mantener a Rodgers sano, y ejecutar con consistencia en el costado ofensivo. Si eso se logra, los Steelers pueden volver a ser protagonistas en enero.
Conclusión: ¿El último gran intento de Mike Tomlin?
Pittsburgh ha decidido apostar con fuerza. Con un mariscal veterano, una estrella ofensiva nueva y piezas defensivas clave, los Steelers se lanzan por una última gran carrera bajo este núcleo de entrenadores.
Escenario optimista: Rodgers se mantiene sano, la defensa responde, y Metcalf se convierte en la estrella ofensiva que necesitaban. Pittsburgh termina con récord de 11-6 y pelea el título divisional.
Escenario pesimista: Rodgers no logra mantenerse en forma, la ofensiva sigue sin identidad y la secundaria sufre sin Minkah. El equipo se estanca con récord de 7-10, dejando más dudas que certezas.
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